Lo amaba
Pero una mezcla de sentimientos confusos hacen que no sepa qué rumbo tomar.¿Norte?¿Sur? Quizá,¿este? u ¿oeste?
Cuando se trata de amor no hay un punto exacto del cual partir o hacia el cual partir.
Alguna vez me dijeron que el amor todo lo puede, que cuando dos personas se aman no hay quienes los separen. Es una química o una física que nadie puede enseñarte, que lo debes aprender solo. Porque en esto no hay ciencia que diga cómo, cuándo, dónde, o por qué.
Pero él si es una ciencia.
Sus ojos almendrados me generan una fuerza inexplicable por alguna ley.
Su sonrisa enorme, casi desquiciada. Creo ser la única chica que entiende esa voluble expresión de felicidad.
Pero eso no es todo. Sus palabras... hermosas, pero dolorosas.
¿Intentarlo o no intentarlo? Esa es la cuestión
Sus palabras chocaron contra mi pecho. Prevista de ellas. Pero no preparada.
Él no comprende que el tiempo no es solo tiempo, sino también cambios.
No puede decidir irse meses y luego volver como si nada ha ocurrido. Y aunque acepte sus disculpas, nada cura aquella herida que generó dicha humillación: cuando le sonreía a ella delante de mi, cuando pronunciaba su nombre.
Todo no es posible.
Él
Mirarlo, siempre en esa distancia, siempre desde esa perspectiva, me hizo comprenderlo en todos sus aspectos. No es consciente de la cantidad de veces que lo he mirado.
Mi chico ideal, eso es él.
Pero todo esas cosas que me pasaron y que él hizo, hicieron que mis sentimientos se enfriaran muchísimo.
Y es aquí cuando vuelvo con el mismo dilema...¿Estoy dispuesta a darle una segunda oportunidad?¿Puedo?
